viernes, 12 de febrero de 2010

El topo y yo



Una vez me pasó algo curioso.
Atardecía en la ciudad y sin compañía, emprendía mi vuelo. Pasé por hermosas casas y observé a mucha gente que disfrutaba de sus vacaciones en familia. Seguí volando (Si no han volado ¡Oh Dios! no saben de lo que se pierden) y llegué a un lugar donde no se veía alma alguna, pero donde el aire acariciaba cuidadosamente mi cara y la Luna reflejaba mi camino. Descendí lentamente para ver mejor aquel extraño lugar y, para mi sorpresa, llega un gran topo con gafas a recibirme.
-¿Qué tal estuvo tu vuelo?
-Disculpe, pero... ¿Quién es usted?
-Disculpa que no me haya presentado. No tengo nombre y tampoco existo.
-¿Cómo que no existe? Lo estoy viendo justo enfrente de mí. No se haga el gracioso conmigo, hoy no ha sido un buen día.
-El hecho de que no exista, no quiere decir que no me puedas ver. No existo para ti, porque no me conoces, pero si existo para otra gente, que si me conoce.
-¿Es eso posible?
-¡Pues claro, mi volador amigo! ¿Me vas a decir acaso que el amor y la alegría de vivir no existe "del todo"? Claro que existe, como yo existo. Solo existo para aquellas personas que son capaces de mirar más allá de sus narices y se dan cuenta que estoy aquí. Desde el momento en que me hablan, me conocen. Y si me conocen, existo en ellas. Lo mismo pasa con el amor y la alegría de vivir. Solo debes abrir tus ojos y darte cuenta de lo que rodea. Siente todo lo que quieras sentir y valora los momentos de la vida. Es la única forma de conocer el amor. Por muchos libros que leas (o por mucho que escribas), no puedes hablar de amor si no lo conoces. ¡Vuela! ¡Juegatela! Arriesga todo por lo que crees justo y por lo que de verdad amas. En el amor, nunca hay perdidas. ¡Y eso que yo soy el ciego aquí! Jajajajaja.
Desconcertado, me despedí rápidamente del topo y volví a mi hogar. Sus palabras no las comprendí y, admito, nunca me esforcé por hacerlo. Pero ahora las comprendo... y las comparto con ustedes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Siempre he pensando que quizás será interesante leerte. Puedes escribir y hacer sus descargos, pero no aseguro que su comentario sea leído mi imbecilidad de personalidad :)